En el corazón de Miguelturra se proyecta una vivienda unifamiliar adosada que captura la esencia de la arquitectura andaluza tradicional, combinando magistralmente elementos rústicos y comodidades modernas. Este proyecto es un testimonio vivo de la convivencia armónica entre tradición y modernidad, una residencia que promete ofrecer el confort del presente sin renunciar al encanto del pasado.
EVOCACIÓN ANDALUZA, CONFORT CONTEMPORÁNEO
Desde el primer vistazo, la fachada de esta vivienda nos transporta a épocas pasadas con sus detalles arquitectónicos característicos de las casas palaciegas andaluzas. Los balcones de hierro forjado, las ventanas con postigos de madera y las paredes de piedra caliza, que simulan un paño continuo pintado a través de un alicatado de piedra sin junta, evocan la imagen de una Andalucía de antaño. Esta disposición adosada mantiene una conexión íntima con el entorno urbano de Miguelturra.
Al cruzar el umbral, el visitante es recibido por un patio interior, un espacio central que articula la distribución de la casa y recuerda a los antiguos palacios andaluces. Este patio, sostenido por elegantes columnas y decorado con un suelo de mosaico en blanco y negro, no solo proporciona luz natural a los interiores, sino que también se convierte en un oasis de tranquilidad y frescura. La presencia de una pequeña fuente en el centro añade un toque de serenidad, haciendo de este patio el corazón palpitante de la vivienda.
TECNOLOGÍA Y SOSTENIBILIDAD EN UN MARCO HISTÓRICO
Aunque la vivienda respira historia, está equipada con las más avanzadas tecnologías para asegurar un confort inigualable. El sistema de suelo radiante con aerotermia y el recuperador de calor garantizan una climatización eficiente y sostenible, adaptándose a las necesidades estacionales. Las carpinterías de alto rendimiento aseguran un excelente aislamiento térmico y acústico, mientras que las placas solares instaladas en el tejado hacen de esta casa un ejemplo de eficiencia energética.
ELEGANCIA Y CONFORT: UNA SÍNTESIS PERFECTA
La vivienda no solo cuenta con un patio interior espectacular, sino también con una piscina en el amplio patio trasero, proporcionando un lujo adicional que enriquece la experiencia de confort y recreación. Este espacio acuático se convierte en un oasis perfecto para el descanso y el esparcimiento durante los cálidos veranos manchegos, invitando tanto a la contemplación tranquila como al disfrute en compañía de familiares y amigos.
En conclusión, este proyecto en Miguelturra no es simplemente una vivienda, sino un manifiesto arquitectónico que demuestra la armonización del legado histórico con las necesidades contemporáneas. Cada rincón, desde la robusta puerta de entrada hasta la delicada cerrajería de los balcones, refleja un compromiso con la calidad y el detalle. La integración de tecnologías modernas y sostenibles asegura que esta residencia será un hogar confortable y un ejemplo de cómo la arquitectura puede contribuir a un futuro más sostenible.
Artículo: Raquel Marín, Yirmel Sánchez.
Renderizados: DE NOVA MARÍN Arquitectura.