Ocurrió el año pasado, cuando vinieron a nuestra casa a cenar Juan y su mujer Mari Carmen.
Mientras tomábamos una cerveza ella me preguntó si estaba trabajando en algo, así que le dije que justo estábamos con la reforma del portal de la comunidad. -¿En serio? – Si, es un encargo para nuestros vecinos y para nosotros mismos.
Quiso verlo, así que nos dirigimos al estudio, trabajamos en casa, y encendimos las luces. -Soy buena diseñando, me gusta mucho,-Esto ya lo he oído antes otras veces y no siempre es así, pensé yo.-
La propuesta
Le enseñé algunos renders del proyecto y le expliqué, con algo de desesperanza que nos habíamos esforzado en la necesidad de hacer el edificio accesible y en renovar su imagen, pero los primeros presupuestos eran más caros de lo que la comunidad había previsto y que la idea tampoco acababa de convencer a los vecinos. Así que a fin de cuentas el proyecto estaba en dique seco y su materialización comprometida, por lo que pensé que cambiaríamos de tema y volveríamos al salón.
Mari Carmen, incisiva, miró despacio el diseño original que incluía el revestimiento de lamas de madera noble en techo, un sistema de iluminación lineal oculta y una seria de acabados que buscaba dotar al espacio de calidez y representatividad. Después de un momento de silencio, Maricarmen sentenció lo que sería la base de reflexión para el cambio de la propuesta: -Si, si, está bien, pero no me extraña que sea caro, porque te has pasado, gesticulaba juntando las manos y haciéndolo más evidente. -Con menos se consigue mucho…
Asentí por sorpresa, porque era una crítica acertada. Otras veces, en alguna ocasión en la que desvelas algo de lo que haces, las apreciaciones habían sido comentarios sobre poner papel pintado en una pared o mirar tendencias de interiorismo de moda en Pinterest.
La clave era acertar en la pequeña escala y en dar importancia al discurso frente a lo superfluo. Tenía que encontrar la forma de hacerlo encajar en el presupuesto del que disponíamos sin renunciar a la idea primera.
-Si simplificas por ejemplo el techo de madera, conseguirás un espacio más limpio y luminoso. Es más sencillo, más fácil de mantener. Está recargado, elimina lo superficial y reduce la intervención.
Aquella crítica era la constatación de que había que hacer; no empecinarse en reducir calidad y limitarse la hacer una rampa y pintar, si no a reinterpretar de manera práctica y realista la intervención determinando lo que era esencial mas allá de funcionalidad necesaria.
UN ENFOQUE REFLEXIVO.
Se abrió una tormenta el lunes por la mañana en el estudio. El proceso de reflexión que tanto nos gusta. No empezábamos de nuevo, nos adaptábamos. Debíamos reinterpretar la idea inicial, de forma sutil, sin perder calidad en la materialización y eliminar las capas innecesarias. Así que con el croquis a mano mejor que con la máquina, obtuvimos la solución que parecía nos venía dada y que hacía tiempo que estaba ahí y que Mari Carmen ya la había visto: Desproveímos los elementos superfluos y se resignificó la manera continua de vestir el espacio con madera creando deconstrucciones aisladas y potenciando la profundidad del espacio mediante largas líneas de fuga. El trato de la madera en lamas se sustituye por cálidos paneles contrachapados de roble que se enmarcan con iluminación oculta que realzan sus volúmenes.
Habíamos conseguido una solución limpia, suspendida, casi etérea y no había sido necesaria la renuncia. Una gran idea, manos a la obra.
CLARIDAD.
Una vez en este punto, ya teníamos las ideas claras y la construcción, más allá de los problemas que plantea toda intervención humana, se antojó sencilla. Las pequeñas obras son buenas obras y en este caso Jesús, vecino de la comunidad, se encargó de su ejecución. De forma pragmática, sin artificios y sólo con el buen saber hacer concluimos de modo diferente a como habíamos comenzado. Con la liberación del peso de lo innecesario, la levedad de lo esencial.
Gracias, Mari Carmen
La materialización
Nota a pie de página: La intervención ha requerido de la coordinación de múltiples agentes desde la iniciativa privada a la administración pública. Como resultado se ha obtenido la concesión de ayuda por subvención del Plan Estatal del Ministerio de Fomento para la mejora de accesibilidad en Castilla La Mancha.